Mi nombre es Angélica Sánchez y bajo la marca @ang_link pongo a disposición de los demás mis dos grandes alas:

¿Es posible ser fiel a uno mismo, más allá de lo que la sociedad espera? Ese ha sido uno de mis grandes retos. Como a muchos nos habrá pasado, la línea de vida desde pequeños se vislumbraba con una senda clara de ser buen estudiante, graduarte de una carrera, tener un trabajo estable, casarte, tener hijos, tener tu casa propia, etc. Yo empecé por esa senda sin ni siquiera pensar si era lo que quería o no, pero sobre la marcha me iba replanteando lo que vivía, y así mi verdadera naturaleza cuestionadora quedó a flote.

La niña muy buena estudiante del colegio que sigue estudiando hasta el día de hoy, efectivamente era parte de mí misma, me encanta estudiar, aprender cosas nuevas, soy Ingeniero de profesión con diversos postgrados MBA, Marketing, Coaching, Master en Ecología Emocional y muchas más formaciones de las que me he ido quedando solo con lo que me resuena y me hace sentido.

Comencé a trabajar en empresas, hasta desarrollar una carrera internacional que era lo que más quería hacer. Me encanta la diversidad de culturas, y pertenecer a una multinacional es una gran fuente de aprendizaje no solo empresarial, sino como ser humano y de relaciones. Con esta experiencia inicié en Venezuela, donde nací, continué en Chile 4 años, país que me encanta, y terminé en España, en la casa matriz y también donde están las raíces de mi familia española.

Aunque todos pensaban que mi vida sería estar ahí hasta mi jubilación, para mí no era así. Mi alma es emprendedora, y mientras trabajaba, seguía estudiando y preparándome para aplicar todas mis habilidades y conocimientos en algo propio. A lo largo de mi vida intenté emprender muchas veces, he analizado todos los negocios que se te ocurran, pero no terminaban de salir adelante y para mí fue un punto de inflexión cuando dejé de estar analizando negocios porque parecían rentables, o porque a otra persona le fue bien, y en vez de eso conecté con lo que me mueve a mí en la vida, con mi propósito, con lo que me apasiona y desde ahí exploré cómo transformarlo en mi modo de vida. Es así que decidí renunciar a la multinacional y dedicarme a los 3 ejes que me mueven en la vida:  1) desarrollo personal en que me he formado y me lo he autoaplicado desde los 20 años, 2) viajar por el mundo (he estado en unos 50 países) es de las mejores formas de crecer, aprender y disfrutar y 3) contribuir a un mundo mejor, en lo que me he implicado con voluntariado en distintos colectivos.

En este cambio de vida monté, junto con mi socia, una empresa de turismo de viajes con propósito, compartido con mi ejercicio como coach y pasé a formar parte de la Fundación Valores colaborando con la red internacional de la Carta de la Tierra, adscrita a la Unesco.

Con la pandemia, así como a todos, me han tocado momentos de cambio y claramente el sector de los viajes se detuvo, por lo que la empresa turística decidimos cerrarla. Pero eso que podría interpretarse como una tragedia, es tan solo una oportunidad para reinventarme. Al tener claro quién soy, mis talentos, mi propósito y lo que puedo ofrecer a los demás, sé que cuento con inagotables recursos. De tomar este lienzo en blanco ha nacido ang-link, mi marca personal para poner al servicio de todos mi experiencia y mis conocimientos para que también tengan una vida conectada con quiénes son realmente y con su propósito claro, que es una fuente inagotable de energía, creatividad, empuje, disfrute y plenitud. Solo quiero para ti, lo mismo que me he dado a mí.